Aug 6, 2013

Tennis, tennis y tennis

Desde que nos mudamos para acá, Adam retomó su gusto por el tennis y juega/entrena varias veces a la semana. Afortunadamente, vivimos muy cerca de un Club que tiene excelentes canchas y organiza varias sesiones a lo largo de las semanas. Eso lo ha ayudado a conocer más amigos ingleses y tener gran condición física.

Ya les había contado que en Navidad le regalé una raqueta y en su cumpleaños, la mayoría de sus regalos también tuvieron algo que ver con tennis.

Creo que el mejor regalo fueron boletos para ir a Wimbledon. Conseguir estos boletos no es nada fácil, porque los ingleses son grandes fans del tennis y los boletos se sortean desde muchos meses antes (un sistema similar a los boletos para las Olimpiadas). Los boletos para las semifinales y finales,  casi siempre se destinan a grandes patrocinadores o a los clubes de tennis muy tradicionales, y hay muy pocos para venta al público.

Nosotros tuvimos muchísima suerte porque la semana antes de Wimbledon conseguimos boletos para la semifinal de mujeres de churro. El entrenador de Adam entrena a un chavito que calificó para el torneo juvenil y le vendió los boletos. Quiero señalar que hay diferentes tipos de boletos:
  1. para entrar al complejo
  2. para entrar a las canchas laterales
  3. para entrar a la cancha central

Es decir, hay mucha gente que tiene boletos que les permite entrar a ver las instalaciones por fuera, comprar souvenirs y ver los partidos que se juegan las canchas al aire libre (porque hay más de 20 canchas y en todas hay juegos al mismo tiempo). Con estos boletos también puedes ver los partidos en una pantalla gigante que tienen en el jardín, pero no puedes entrar a los juegos principales. Nosotros teníamos boletos clase "2", que nos permitían entrar a todas las canchas menos la central, donde se iba a jugar la semifinal de mujeres. Yo me sentía como ciudadana de segunda clase porque no podíamos entrar a la zona más bonita jajaja

 Este es la lomita donde puedes ver los partidos con boletos tipo "1"

Pero por pura coincidencia, unos amigos tenían boletos para la cancha central ese mismo día y por suerte nos pudieron prestar sus pases, así que al final Adam pudo ver la semifinal! Y quiero señalar que jugaron una polaca contra una alemana y mi esposo poco patriótico le iba a la alemana (que perdió).


Lo más divertido para mí fue que comimos fresas, porque lo tradicional es ir a Wimbledon y comer fresas con cremas. Además, me emocionó mucho ver que había algunos mexicanos en los torneos juveniles. No avanzaron mucho, pero me imagino que el simple hecho de llegar es un logro.


 En esta foto se alcanza a ver la bandera de México!

Aquí estamos nosotros en Wimbledon

Por cierto, Adam está jugando un torneo de tennis en el club con los jugadores de más alto nivel y hoy pasó a la semifinal! El viernes juega y si gana, la próxima semana pasa a la final, así que deséenle mucha suerte!!

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