¿Qué tienen en común estas cosas?
- Un celular nuevecito
- Un gorrito gris
- Un libro
- Una Oyster card que tenía un pase mensual de metro y dinero cargado
- Una bufanda que me regaló mi hermana
- Un toper (con comida rica dentro!)
- Como 5 plumas y bolsitas de Kleenex
Yo soy de esas personas por las que se inventó la frase de “no pierde la cabeza porque la trae puesta”. Literalmente.
Y aquí es peor, porque tengo que cargar con
todas mis cosas, todo el día. En México, las podía dejar en el coche e
irlas bajando conforme las iba utilizando, pero aquí no tengo opción más que arrastrarlas
conmigo todo-el-día. Además, durante el invierno, el cargamento se duplica porque tienes que andar con bufanda, guantes y gorro, además del resto del mercado
habitual y siempre se pierde algo. ¡Me choca!
Esta es una de las muchas razones porque las
que odio no tener coche (aunque no tendría ningún sentido comprar uno) En
serio, a veces, el estarme fijando si deje algo botado es un estrés.
Y sí, los buses están muy lindos con su pintura
rojita y su segundo piso, pero a mí me a veces caen mal. Si me descuido, parece que todas mis
cosas desaparecen en el hoyo negro del transporte inglés!
Saludos!
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