Adam es la persona más anti cursi que conozco
en el mundo. Le chocan los árboles de Navidad, las películas románticas y la
mayoría de las celebraciones, incluyendo el 14 de febrero. Es un Grinch! Para
su fortuna esa parte de su personalidad me parece muy divertida, pero eso no
quita que sea un Grinch.
A pesar de todo, este 14 de febrero intentó ser
romántico, aunque las cosas no sucedieron como estaban planeadas…
En primer lugar, organizó con varios días
de anticipación que me enviaran flores y chocolates a la oficina. Al parecer
incluso pagó una cuota extra para que me llegaran desde temprano, con la nota
menos cursi pero más romántica del mundo. Y luego en la noche íbamos a ir a un
evento, que se supone que iba a ser muy lindo. El Güero hasta se puso saco y
corbata para vernos en el evento. Al menos ese era el plan.
Las flores y los chocolates nunca llegaron.
El evento resultó mucho más aburrido de lo
esperado y la comida malísima. Tanto, que huimos de ahí para irnos a cenar a otro lugar, pero era 14
de febrero y todos los lugares estaban llenos.
Al final nos fuimos al restaurante de comida
mexicana del que les he hablado, con la esperanza de que tuvieran compasión de
un par de compatriotas. Así que terminamos cenando unos tacos deliciosos y un
postre de chocolate buenísimo, pero sobre todo, la pasamos muy bien y eso es lo importante.
Lo más chistoso fue que las flores llegaron un
día después. Afortunadamente el Güero me enseñó el arreglo que había escogido, algo
bonito y sencillo, con una base de vidrio. Nada que ver con las flores que llegaron, que en primer
lugar estaban medio muertas, porque me imagino que desde ayer en la mañana las traían paseando en una camioneta. Además, estaban rodeadas de “nube blanca” (las
flores esas blanquitas chiquititas) y envueltas en un celofán transparente que
tenía impreso un diseño de encaje rojito, sin base.
Es el arreglo más cursi que he visto en mi
vida. Estuve tentada a poner una foto del arreglo original, pero sería cruel. Así se ven las flores, después de un mini makeover:
Lo peor es que Adam se intoxicó. No sé si fue algo
que comió durante el día, en la cena o simple alergia a la cursilería, pero
paso el 15 de febrero medio muerto.
Lo mejor es que me burlaré de su arreglo
durante muchos años.
Fue un gran día.
No comments:
Post a Comment
Deja un comentario aquí!