En
cualquier ciudad grande del mundo, se puede encontrar un Chinatown: ese lugar donde
los chinos hacen suyo un rinconcito de la ciudad, la transforman con su propio lenguaje y costumbres, y lo indundan con sus comidas. Londres no es diferente y hospeda el Chinatown
más grande de Europa, justo en el centro de la ciudad, entre el SoHo y
Picadilly.
Adam y a mí
nos encanta ir porque es como entrar a otro mundo por un rato. Además, está cerca
de la casa (el bus que pasa frente a la
casa nos deja justo en Chinatown) y hay restaurantes de comida china buenísima
y barata. Toda la gente en Londres tiene su restaurante favorito en Chinatown,
nunca es el mismo, pero todos juramos que el nuestro es el más rico de todos. Aquí está Adam saboreando un panecito en pleno Chinatown (sí, lo que se alcanza a ver atrás son pulpos y patos):
Además de restaurantes, hay panaderías deliciosas por todos lados que huelen a pan dulce recién hecho. El único lugar
donde encuentras pasteles como los de Sanborns, llenos de betún de
colores es en Chinatown. También encuentras panes con sabores rarísimos y lo
que ellos llaman “pan mexicano”:
Una de mis cosas favoritas, son los puestitos callejeros donde venden panes al vapor recién hechecitos. Estos panes son la cosa más deliciosa del mundo y definitivamente están en mi top 5 de comidas favoritas, sobre todo los que están rellenos de frijol dulce. Ya sé que suena raro, pero es como una mermelada espesa que no tiene ningún sabor similar a nuestros frijoles y la masa es super ligera y esponjosa.
Este es el puestecito donde compramos los panes al vapor que más me gustan. Por cierto, en ese mismo puesto venden algo que se llama "tea egg" y Adam valientemente decidió pedir uno para ver qué era... resulta que es exactamente eso, un huevo duro, hervido en té en lugar de agua jajaja.
Hasta un
HSBC con traducción encuentras:
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