Noche de copas

Algunos seguramente vieron esta foto que Adam publicó en Facebook:

Pues resulta que ese día estábamos elegantes porque fuimos a una cena de gala de la Honorable Company of Masters Mariners.

Para explicarles qué es eso, tengo que empezar por contarles que aquí hay asociaciones gremiales o cofradías muy bien establecidas para cada ocupación. Todos los oficios tienen su propia organización, desde los plomeros y electricistas, hasta las enfermas y los financieros. Estas agrupaciones son muy importantes porque establecen las reglas que regulan cada oficio y certifican a sus miembros. Es decir, aquí no puedes tomarte un cursito de 3 semanas y auto declararte plomero, tienes que estudiar en serio para que te certifique tu cofradía y puedas ejercer tu oficio.

Entonces, ese día fuimos a la cena de la Cofradía de Marinos Mercantes (dudo que se traduzca así, pero no sé el nombre exacto).

Estuvo muy divertido porque es una cena muy tradicional con muchos ritos y un protocolo muy rígido.  Hay varios brindis formales y los miembros usan medallas que denotan su cargo. Además todos los miembros son marinos de mucha categoría que ya están en sus 60s o 70s. Con decirles que nosotros éramos de los más jóvenes.

Uno de las tradiciones, es la Ceremonia de The Loving Cup. La leyenda cuenta que en los 900DC asesinaron con una puñalada por la espalda al Rey inglés Edward, el Martir, mientras tomaba su copa de vino y desde entonces la costumbre entre marinos es que mientras te tomas tu copita de vino, tu compañero se pone atrás de ti para literalmente “cubrirte las espaldas”. En la cena a la que fuimos se retoma la ceremonia y todos los asistentes van bebiendo vino especiado de una gran copa de plata. Primero te pones de pie, recibes la copa de la persona que está a tu izquierda, ambos hacen una reverencia y luego tomas el vino, mientras que la persona a tu derecha te cubre la espalda. Luego te volteas, vuelvas a hacer una reverencia y le entregas la copa.

La verdad la pasamos muy bien porque este tipo de experiencias son muy diferentes y divertidas. Además, para cerrar la noche con broche de oro, decidimos sacarnos la tradicional foto en Abbey Road (la calle del disco de los Beatles) pero con un toque de elegancia:

¿Qué tal? jajaja

Saludos,

Eve