¿Recuerdan que ayer me quejaba amargamente porque en este país no tienen la costumbre de inyectar a los pavos? Pues al final sí encontré una jeringa para inyectar a mi pavo!
Adam y yo recorrimos varios supers y farmacias, y en
las pocas farmacias que sí tenían, nos pedían receta médica. ¿Por qué necesitas
una receta para una jeringa SIN medicina? No tengo la menor idea, pero los ingleses no nos
la quisieron vender solita. A la mejor temen que la gente se vuelva loca y
empiece a picar a extraños por la calle con una aguja infectada de SIDA, como
decía la leyenda urbana mexicana. A la mejor nos vieron cara de delincuentes.
Por fin, en la sección gourmet de
John Lewis (tienda tipo el Palacio de Hierro) encontré mi jeringa. Es super profesional y seguro me durará mucho tiempo, más considerando que solo la usaré una vez al año. Es más puede ser que
se la herede a uno de mis hijos como un tesoro familiar.
Jeringa gourmet con dos puntas!
Además, TESCO me acaba de confirmar que
tienen unas pechugas de pavo apartadas para mí. De hecho me escribieron para
avisarme que no puedo aumentar mi pedido porque ya se les agotaron (no que yo lo hubiera intentado, pero a los ingleses les gusta ser precavidos), pero que
tienen un paquete reservado especialmente para mí:
Ahora solo falta la cocinada. Ya les contaré cómo quedó.
Abrazos casi-casi navideños.
Eve
Hahahaha que risa que no les vendieran jeringas, el primer mundo...
ReplyDeleteEl pavo te va a quedar delicioso!
Te va a quedar maravilloso!!! Después de la odisea de la jeringa, ya rebasaste el último obstáculo del rally. Besos desde acá!!!!
ReplyDeleteEspero que si, el martes les cuento cómo quedó!!! De todos modos hay una pizza en el congelador por si las dudas...
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