Es viernes por la mañana y es nuestro primer día. Preparamos el desayuno [Nota de Eve: desayuno sin hot cakes! Hemos buscado y buscado y al parecer aquí no tienen harina para hot cakes –instertar aquí carita enojada-] y se nos presentó la primera interrogante: “y ahora qué?”, ¿qué hacemos? Rápidamente decidimos probar el camino para llegar a la Embajada.
Caminamos a la estación del metro y nos recibió una maquina expendedora de boletos tipo cajero automático, buscamos la opción para comprar una “Oyster card” (tarjeta prepagada para viajar un mes) y nada, no había ninguna opción para comprarla. La fila se acumulaba atrás de nosotros y decidimos buscar algún humano que nos ayudara. Por fin encontramos al humano, quien se acercó a la maquina y repitió exactamente la misma operación que nosotros hacíamos, -nada-, después se volteó hacia nosotros y nos dijo que mejor camináramos hasta la próxima estación, donde tal vez hubiera otro humano que nos pudiera ayudar. Caminamos a la otra estación y después de un rato por fin logramos comprar nuestras tarjetas (227 libras por las dos!). Tomamos la línea negra desde Kentish Town, transbordo a línea azul hacia Oxford Circus, pan comido… pero solo cuando Eve navega, para ser honesto yo podría perderme en una sola estación y no volver a ver la luz del día.
Después de encontrar la Embajada, decidimos encargarnos de las comunicaciones. Solo uno de nuestros teléfonos venía desbloqueado y es el que activamos primero; a fin de saciar mi necesidad de Yahoo maps, mail, Facebook y anexos, decidimos que el teléfono desbloqueado será para mí… es posible que halla existido cierta presión de mi parte para que el acuerdo me fuera favorable, de todos modos Eve para el lunes tendría su línea en la Embajada. Entramos a una tienda de celulares que se llama O2, nos acercamos al mostrador y el joven que nos atendió empezó a hablar; no le entendí nada. Mi inglés no es nada malo, algo oxidado sí, poco usado también pero malo no… pues no entendía nada. El encargado, con una mezcla de acento indio-ingles vuelve a hablar….what?- . Afortunadamente mi interprete oficial, entrenada por el servicio exterior mexicano interviene, y poco tiempo después salimos con el celular funcionado. Habemus mapas!
Fotografo: A. Hayder |
Caminamos sobre Oxford St en dirección a Hyde Park, llegamos a la esquina de Baker St y doblamos a la derecha. Yo sigo completamente perdido, pero la navegante sabe lo hace (Nota de Eve: estábamos buscando alguna agencia inmobiliaria en la zona donde queremos vivir…)
Aquí hago un paréntesis: este tema fue algo que empezamos a ver mucho, mucho tiempo antes de llegar, y después de varios consejos de amigos, decidimos no rentar nada por Internet y llegar a verlo con nuestros propios ojos. Sabíamos más o menos las zonas que nos gustarían, sabíamos más o menos los rangos de precios, y sabíamos cuánto podíamos gastar en renta, pero al parecer en realidad no sabíamos nada…
Entramos en una inmobiliaria cuyo nombre no recuerdo. Le explicamos a la mujer que nos atiende, a quien por cierto le entiendo perfectamente, con este acento posh que luego hasta risa da, lo que queremos: dos recamaras, cocina equipada, dos baños, sin amueblar, bien iluminado y cerca del metro y del camión… La mujer nos mira con cara de “y su paleta, de piña???” y nos dice “ésta es la ciudad mas cara del mundo, y este es el barrio mas caro de la ciudad más cara, - nos miramos con cara de esto no empieza bien- y la mujer continua, “con sus necesidades y su presupuesto, va a ser muy complicado que encuentren algo por aquí”. “Déjenme sus datos y si se de algo les llamo”. Al día de hoy no nos ha hablado, seguro se le pasó.
Algo tristes salimos de la inmobiliaria, el navegante nuevamente marca el camino, dos cuadras y llegamos a otro local, entramos y nos recibe Mohammed. Mierda, otra vez no entiendo nada, esta vez la intérprete también esta sufriendo, repetimos nuestra letanía de requisitos, Mohammed revisa su computadora, hace una llamada por teléfono, habla con su gerente y nos dice: “ok, lets go”, o al menos eso creemos que dice.
Mohammed (Nota de Eve: Mohammed era gran fan de Maradona, único latino que al parecer ubicaba) nos enseñó el departamento más chiquito que hemos visto! Tenía dos pisos, pero en total tenía 26 metros cuadrados. Estaba en una zona preciosa, pero hubiera sido imposible que cupieran nuestros muebles! Es más, quién sabe si hubiéramos cabido los dos al mismo tiempo. Así que la búsqueda de departamento tendría que continuar.
Saludos a todos,
Adam
Queridos Adam y Eve (sin acentos porque tengo un teclado raro):
ReplyDeletePrimero que nada, bienvenidos al viejo continente. Me alegra que estemos mas cerca. Quiero responderles a este post porque se me ocurre que si relajan su exigencia de tener dos banios encontraran algo mas rapidamente. Es MUY raro que un departamento de dos recamaras tenga dos banios en una ciudad Europea, sobre todo si buscan en una zona historica y central, donde predominan las construcciones decimononicas que originalmente carecian de banos o los tenian en el exterior! :)
Les mando un abrazo y deseo una divertida caza de hogar! -Luicy
Queridos, debe ser muy interesante estarse adaptando a las condiciones de vida de un nuevo lugar. Llega uno y espera que las cosas sean como en casa, pero verán que encuentran algo intermedio entre sus expectativas y la oferta, la cosa es que les guste mucho el espacio y se sienta felices. Ya lo dicen por ahí "pide y se te dará"!
ReplyDeleteUn beso
Luicy, esa era la "lista ideal", ahora creo que nos conformamos con una caja de zapatos no-tan-fea jajaja Gracias por los ocnsejos y la bienvenida al viejo continente!
ReplyDeleteGaby, gracias por el mensaje optimista. Intenté comentar tu blog para desearte buen viaje, pero nunca pude.