May 2, 2014
Infidelidad...
Siempre pensé que si alguien iba a ser infiel en mi matrimonio, iba a ser yo. De preferencia con un brasileño moreno y guaperrimo.
Pero resulta que no fui yo... me da mucha pena decirlo en público, pero no puedo seguirlo ocultando: Adam me engaña con una japonesa, la desgraciada es chiquita y delicada. Nunca pensé que iba ser desplazada por una asiática.
No puede despegarse de ella, pasa la mitad del tiempo con la japonesita entre las manos y cuando no están juntos, no deja de pensar en ella. Incluso insiste en comprarle cosas. Está decidido a comprarle "una casita" para que esté protegida y pasó horas en internet buscándole un hogar perfecto.
Lo peor es que la quiere llevar a todos lados con nosotros y espera que yo no me ofenda. Me ha obligado a ser testigo de su romance en el super, mientras nos tomamos un té e incluso la quiso llevar cuando fuimos a una cita con el doctor.
El otro día fuimos a cenar a un pub con unos amigos, e insistió en invitarla! Ya ni siquiera en frente de terceros se controla. Mis amigos me veían extrañados mientras saludaban a la otra con una sonrisa forzada. Por lo menos mi amiga me entiende y coincide conmigo en que la japonesa no es tan bonita y tiene un ojo chueco. Hasta Adam acepta que necesita lentes.
La peor indignidad de todas es que hasta mi cama tengo que compartir con ella. Sí señores, se lleva a la japonesa a la cama. El otro día por fin lo convencí de que la dejara en el cuarto de invitados. Por supuesto cuando me metí a la cama, lo descubrí viendo fotos de ella en el iPad...
El nombre completo de la desgraciada es Fuji X-Pro 1 (hasta el nombre es feo)
Y cuando le pedí que por favor no se metiera con ella, esta fue su reacción:
Solo sigo con Adam porque este fin de semana me lleva a Barcelona para celebrar nuestro aniversario, pero obviamente lleva a la japonesa con nosotros.
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