Como
seguramente saben, la semana pasada estuvo de visita en Londres el jefe del
jefe de mi jefe. No sé cuántos jefes exactamente hay arriba de mí, pero me
refiero al Top Jefe.
A mí me tocó apoyar con la coordinación de su visita a Irlanda del Norte, pero me avisaron de último momento. Me enteré a las 5 de la tarde del jueves, regresé a mi casa a empacar y volé el viernes temprano hacía Belfast.
Como Inglaterra y Belfast son parte del Reino Unido, no necesitas pasaporte para viajar entre ellos, así que no se me ocurrió agarrarlo.
Eso me generó problemas.
Grandes problemas.
Resulta que
para entrar al aeropuerto donde iba llegar el avión del Top Jefe, me tenían que expedir un pase de entrada que SOLO se puede tramitar si te identificas con tu pasaporte. Buscamos mil alternativas, pero sin pasaporte, no iban a darme el pase.
Lo primero que pensamos fue en que me mandaran el pasaporte por DHL, que tiene un servicio urgente para que las cosas te lleguen el mismo día. Pero DHL no ofrece ese servicio para Belfast (será porqué es una ciudad muy grande?). El correo postal británico si ofrece el servicio para entregar el paquete el mismo día, pero costaba 648 libras (multipliquen por 20 para calcular el costo en pesos).
Al final, se nos ocurrió que Adam podía volar a Belfast para llevarme el pasaporte. No era tan mala idea, porque el Güero se podía quedar un par de días y conocer la ciudad. Excepto que Belfast estaba completamente saturada porque las comitivas de los líderes del mundo estaban ahí. Casi no había vuelos, y la única opción que encontró fue para llegar a las 12.00 de la tarde y regresar el mismo día a las 3.00 pm, pero por lo menos íbamos a poder comer juntos.
El problema es que el espacio áereo de Belfast estuvo cerrado gran parte de la mañana y muchos vuelos se retrasaron. Incluyendo el vuelo de Adam, que tuvo que esperar como 2 horas en Londres a que saliera su avión.
Finalmente logró llegar a Belfast a las 2.50 de la tarde y en lo que desembarcaba, me entregó el pasaporte a las 3.00 pm y tuvo que volver a correr para pasar seguridad y subirse a su avión de regreso. Estuvo tan ajustado, que hasta lo empezaron a vocear porque era el último pasajero que faltaba.
Literalmente, estuvo 14 minutos en Belfast, en el aeropuerto. Y luego casi pierde su avión de regreso porque salían dos vuelos de British hacia Heathrow al mismo tiempo y Adam se metió al equivocado...
Afortunadamente logró convencer a los sobrecargos de que lo dejaran volar en el avión en el que se había subido y regresar a Londres.
Al final, este resultó ser el pase más caro de la historia:
Lo primero que pensamos fue en que me mandaran el pasaporte por DHL, que tiene un servicio urgente para que las cosas te lleguen el mismo día. Pero DHL no ofrece ese servicio para Belfast (será porqué es una ciudad muy grande?). El correo postal británico si ofrece el servicio para entregar el paquete el mismo día, pero costaba 648 libras (multipliquen por 20 para calcular el costo en pesos).
Al final, se nos ocurrió que Adam podía volar a Belfast para llevarme el pasaporte. No era tan mala idea, porque el Güero se podía quedar un par de días y conocer la ciudad. Excepto que Belfast estaba completamente saturada porque las comitivas de los líderes del mundo estaban ahí. Casi no había vuelos, y la única opción que encontró fue para llegar a las 12.00 de la tarde y regresar el mismo día a las 3.00 pm, pero por lo menos íbamos a poder comer juntos.
El problema es que el espacio áereo de Belfast estuvo cerrado gran parte de la mañana y muchos vuelos se retrasaron. Incluyendo el vuelo de Adam, que tuvo que esperar como 2 horas en Londres a que saliera su avión.
Finalmente logró llegar a Belfast a las 2.50 de la tarde y en lo que desembarcaba, me entregó el pasaporte a las 3.00 pm y tuvo que volver a correr para pasar seguridad y subirse a su avión de regreso. Estuvo tan ajustado, que hasta lo empezaron a vocear porque era el último pasajero que faltaba.
Afortunadamente logró convencer a los sobrecargos de que lo dejaran volar en el avión en el que se había subido y regresar a Londres.
Al final, este resultó ser el pase más caro de la historia:

Aplauso a Adam!
ReplyDeleteAdam se merece un premio (enorme!!!!), y seguro que a partir de ahora traes el pasaporte adherido a la piel
ReplyDeleteBesos